Al igual que la alimentación, el entrenamiento es un pilar fundamental en un cambio físico. En el también influye tu objetivo, dependiendo de este, optarás por un tipo de entrenamiento y forma de llevarlo a cabo.
Si tu objetivo es perder peso, el cardio será tu mayor aliado, puedes hacerlo al aire libre (corriendo, en bicicleta…) o en un lugar cerrado, (corriendo en una cinta, en bicicleta estática…). También serían recomendables actividades físicas como el zumba, crossfit, etc. Siempre podrás optar por entrenamientos clásicos en gimnasio, aumentando el número de repeticiones por serie y disminuyendo el peso y tiempo de descanso.
Si tu objetivo es el aumento de masa muscular, no deberías hacer cardio en exceso, y lo ideal será entrenar entre 3 y 5 días a la semana en gimnasio, siguiendo una rutina de aumento de fuerza y masa, es decir, harás pocos ejercicios, con mucho peso y pocas repeticiones. Lo mejor es trabajar con pesos libres y utilizar las maquinas articuladas lo menor posible, además de hacerle hincapié a los ejercicios básicos (sentadillas, peso muerto, dominadas y press de banca).
También como en la alimentación a partir de rutinas de entrenamientos ya creadas, debes adaptar el entrenamiento a tus gustos, con los ejercicios que más domines y mejor te funcionen.